Valorar si ha llegado el momento de adquirir un nuevo ERP para tu organización, es un proceso que te llevará tiempo y en el que tendrás que tener en cuenta muchos factores.
Estas son 20 situaciones que se pueden producir en tu empresa por las que deberías plantearte si ha llegado el momento de cambiar de ERP.
- El Departamento Financiero ha detectado que el precio del mantenimiento del actual ERP es elevado o que resulta muy costoso contratar más licencias para ajustarte al número de usuarios que actualmente necesitas.
- El Departamento Financiero necesita un análisis financiero completo, la contabilidad integrada en el ERP o una gestión de cobros y pagos, etc.
- El área de sistemas tiene que dar de alta incidencias con frecuencia y no está obteniendo el soporte técnico que necesita o se detectó que se deben realizar constantes actualizaciones y que el sistema se ha vuelto lento.
- El desarrollador de tu ERP te promete que va a actualizar la solución, pero ves que ese momento no llega y comienzas a percibir que se está quedando obsoleto porque no pueden o no quieren abordar mejoras tecnológicas.
- Tu socio tecnológico te obliga a migrar el sistema por tratarse de una versión antigua o porque finaliza el soporte del fabricante.
- Tu ERP es vulnerable ante ciberataques o no ofrece la protección que necesitas para limitar el acceso de terceros no autorizados.
- Tu modelo de negocio ha cambiado y el ERP no te da lo que necesitas. Por ejemplo, la gestión integrada con nuevos canales de venta, como puede ser el eCommerce, etc.
- Tu empresa se internacionalizó y necesitas operar en distintas divisas y gestionar varias delegaciones de forma conjunta y tu actual ERP no te lo permite.
- Cuando teletrabajas o estás de viaje no puedes usar el ERP. Consideras necesario un ERP que pueda usarse en la nube y tu actual proveedor no puede ofrecértelo.
- Necesitas movilidad para tener acceso en tiempo real al sistema o para eliminar el papel de determinados procesos.
- Tus competidores utilizan tecnologías que suponen una ventaja competitiva y tú no puedes integrarlas en tus sistemas, lo que te impide ofrecer el valor esperado o te resta productividad. Como ejemplo, podríamos mencionar exigencias que te imponen los clientes o proveedores para trabajar con ellos, como pueden ser el sistema EDI (Electronic Data Interchange), portales de compras, web services, etc.
- Tu ERP no está adaptado a la legislación local (RGPD, SII, ley antifraude, TicketBAI, etc.), a las nuevas tecnologías o a sistemas operativos actuales
- Con el paso del tiempo te has visto obligado a realizar personalizaciones en el actual ERP y ahora compruebas que los datos que utilizas no son fiables.
- Cuesta compartir información y la información no fluye entre las diferentes áreas de la empresa
- Estás obligado a utilizar el Excel para obtener la funcionalidad que le falta al ERP. Lo que te obliga a tener la información descentralizada y disminuye tu eficiencia y la seguridad de tus sistemas.
- Te ves obligado a usar muchas herramientas diferentes para gestionar el día a día y no se integran entre ellas.
- Te cuesta planificar, desconoces los costes exactos de tus proyectos, los márgenes que te dejan, los pedidos que tienes pendientes de atender, etc. Para obtener esta información dependes de los informes que te generan los informáticos.
- El funcionamiento del actual ERP afecta a la atención al cliente. Por ejemplo, se están gestionando mal los pedidos, faltan existencias o existen retrasos en la producción, lo que hace que estén cayendo las ventas.
- Los empleados pierden demasiado tiempo realizando trabajos administrativos o tareas manuales de escaso valor.
- Resulta difícil formar a los nuevos usuarios y les cuesta adaptarse al actual ERP porque no les parece intuitivo y la carga de datos se convierte en una tarea lenta.
Si en tu empresa se producen varias de estas situaciones puedes contactarnos y te facilitaremos la información que necesitas para que puedas tomar una decisión.