Episodio 2

Cenicienta 4.0 descubrió, en la web de la Casa Real, que todos los jóvenes solteros del reino habían recibido por correo electrónico una invitación para ir al baile de San Valentín que había organizado el rey. Pero, ella estaba soltera y no había recibido el correo.

–¿Sabría decirme por qué no he sido invitada a la fiesta? –preguntó Cenicienta 4.0 a su madrastra.

–El rey prohibió la entrada a palacio a los jóvenes con dispositivos Huawei –respondió la madrastra.

Con el tiempo, Cenicienta 4.0 conoció la verdadera razón por la que no había recibido el correo. Su madrastra había establecido reglas en el antispam que bloqueaban muchos de sus correos. Su maldad parecía no tener límites.

Cenicienta 4.0 lloró desconsolada porque deseaba, con todo su corazón, ir al baile y aprovechar la ocasión para hacer networking.

De repente, cuando estaba a punto de asumir que el resto de su vida sería una mileurista, recordó unas palabras que le dijo su padre antes de morir, “Cuando estés afligida, grita ALEXA, y será como agitar la barita de tu Hada Madrina”

Sin perder más tiempo, así lo hizo, y poco después su asistente virtual, le había permitido conseguir todo lo necesitaba para ir a la fiesta: una invitación, el pronóstico del tiempo, un traje, unos zapatos y un VTC contratado hasta las 12 de la noche.

La joven dio las gracias a Alexa y prometió publicar un comentario positivo en Internet.

Unas horas después, una máquina estaba escaneando el código de barras de su invitación en la puerta de Palacio. Cuando entró, los asistentes, incluyendo sus hermanastras, no podían parar de preguntarse quién podría ser esa hermosa princesa.

El príncipe, muy intrigado, mandó que buscaran en las RRSS quien era esa joven y quedó sorprendido cuando vio su trayectoria profesional en Linkedin. No se trataba sólo de una cara bonita, Cenicienta 4.0, era el tipo de joven que necesitaba su reino, trabajadora, emprendedora y positiva.

Bailaron durante horas, hasta que fueron interrumpidos por el temporizador que Cenicienta 4.0 había configurado en su smartwatch. Cenicienta 4.0, se estaba divirtiendo tanto, que había olvidado que tenía que marcharse antes de las 12 de la noche.

¡Oh, no!, debo irme— dijo Cenicienta 4.0 mientras salía de Palacio a toda prisa. En su huida, perdió su smartphone en la escalinata, y el príncipe lo recogió.

Decidido a encontrar a la hermosa joven, el príncipe tomó el smartphone de la joven y visitó a todas las personas que se habían registrado en su CRM, para comprobar quien podría desbloquear el smartphone que tenía en su poder.

Cuando el príncipe llegó a la casa donde vivía Cenicienta 4.0, sus dos hermanas y hasta la madrastra intentaron, mediante reconocimiento facial, desbloquear el teléfono, pero no tuvieron éxito. El príncipe, ya estaba a punto de marcharse, cuando escuchó una voz:

—¿Puedo probar yo? —preguntó Cenicienta.

La joven acercó su rostro y el móvil automáticamente se desbloqueó. El príncipe sabía que esta era la hermosa joven que estaba buscando. Fue así como Cenicienta 4.0 y el príncipe se casaron y vivieron felices para siempre.

Y colorín colorado este cuento ha sido actualizado.