Se podría decir que hoy en día son los clientes, con sus exigencias, quienes deciden el rumbo de nuestra empresa. Los clientes son cada vez más exigentes y esperan poder hacer sus pedidos desde cualquier lugar y que se les entreguen incluso en el mismo día. Se han acostumbrado a que la comida llegue a sus casas en cuestión de minutos o que un vehículo les esté esperando en la puerta de su casa para desplazarlos cuando lo necesiten. Quieren un trato personalizado, pagar sin llevar con ellos dinero, archivar los tickets de compra sin verse obligados a guardar papeles, opinar sobre nuestros servicios y conocer las valoraciones de otros clientes, entre otras muchas cosas.
Nosotros, como trabajadores, también nos hemos acostumbrado a las ventajas del teletrabajo, y valoramos mejor a las empresas que nos ofrecen medios para desarrollarlo o nos brindan, en general, tecnología que facilita nuestras labores diarias.
Este tipo de hábitos, que surgen de las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, han hecho que empresas de diferentes sectores, hayan comenzado a optimizar sus procesos y a incorporar nuevas tecnologías a su organización para poder atender este tipo de demandas, que vienen para quedarse.
En otras palabras, son ya muchas las empresas que se han convencido que ha llegado el momento de realizar la Transformación Digital de su empresa, porque han percibido que para sobrevivir deben transformarse con la finalidad de adaptar su negocio a las necesidades del mercado y para ello, en muchos casos, son conscientes de que tendrán que usar medios digitales. Como, por ejemplo, el uso de tecnologías móviles para hacer accesible su información en cualquier momento o lugar.
¿Qué es la Transformación Digital?
Podríamos definir la Transformación Digital como el uso de nuevas tecnologías que nos permitan optimizar nuestros procesos para llegar a ser más productivos, más eficientes y encontrar el modo de proporcionar más valor a nuestros clientes para ofrecerles una mejor experiencia que nos permita fidelizarlo y obtener unos mayores ingresos y beneficios.
Cuando pensamos en Transformación Digital solemos poner el foco en el término DIGITAL, porque entendemos que será necesario el uso de medios digitales para llevarla a cabo y olvidamos que lo importante es la TRANSFORMACIÓN, que ha de ser transversal y afectará a todos los procesos de la empresa y a sus personas.
¿Cómo realizo la Transformación Digital de mi empresa?
Para asegurarnos que la Transformación Digital se realizará con éxito es conveniente que la estrategia a seguir sea liderada por un recurso externo a la empresa. Alguien que pueda revisar los procesos existentes con objetividad y logre eliminar aquellas tareas que resulten redundantes y que carecen de valor. Tareas que a veces se han venido realizando por costumbre o por no haber dedicado el tiempo suficiente a revisarlas.
Como norma general, nuestro consejo es que se busque el modo de implantar la tecnología estrictamente necesaria para alcanzar los objetivos que nos hayamos fijado. De poco nos servirá comprar todo tipo de soluciones, si la tecnología que implantemos no está alineada con los procesos y los objetivos del negocio, si no formamos a las personas adecuadamente para obtener el rendimiento esperado de la tecnología implantada o si no generamos en los trabajadores la confianza necesaria para que la utilicen.
Saber porque tecnología apostar a veces puede resultar evidente, como puede ser la movilidad cuando queremos garantizar la disponibilidad y la inmediatez de la información, pero no siempre resultará una tarea tan sencilla por lo que es conveniente que nos apoyemos en consultores que han trabajado en diferentes entornos y que conocen las fortalezas y debilidades de las soluciones que estamos valorando.
La estrategia para llevar a cabo un proceso de Transformación Digital en cualquier organización debería empezar por la digitalización de la experiencia del cliente y para lograrlo debemos crear una infraestructura que nos permita almacenar en una única base de datos la información que se genera en todas las áreas de la empresa y dotarla de herramientas que nos sirvan para explotarla y predecir el comportamiento de nuestros clientes y su impacto en el negocio.
Tener información no implica estar informado. La información que usemos debe servir para agilizar la toma de decisiones. Por ejemplo, debería servir para ayudar a un comercial a decidir si puede seguir vendiéndole a un cliente porque no superó la línea de crédito que tenía concedida, o para que el responsable del almacén pueda decidir si debe abastecer los almacenes para atender futuros pedidos.
En la transformación digital, los datos son cada vez más valiosos, y facilitarán mucho la toma de decisiones si podemos basarnos en información relevante. Por todo esto, consideramos que el primer paso en todo proyecto de Transformación Digital, debe ser la implantación del ERP.
La Transformación Digital no es un término que se ha puesto de moda, es más bien un proceso que no terminará nunca, porque nuestro entorno es muy cambiante y lo que hoy sirve, mañana estará obsoleto.